viernes, 20 de abril de 2007

Mi pecado

Mi pecado fue creer que no te amaba demasiado,
si hasta acaricio un papel donde dejaste escrito tu nombre.
Pero no dejaste tu perfume, ni tu sangre, ni tus manos,
en cambio yo, cuando te escribo, lo dejo todo.
Hasta el espejo me devuelve la imagen de un hombre destrozado
y la seguirá devolviendo, y se seguirá burlando.
Porque incluso el más mínimo pecado tiene su castigo:
extrañarte, no estar contigo, escribir cosas que no puedo mostrarte.
Pero el perdón existe y también tiene su precio:olvidarte.
Igualmente (quiero que lo sepas), no pienso pagarlo.
Voy a seguir sufriendo, escribiendo, extrañándote,
mirando la imagen del espejo, reflejándome.
Y seguiré pensando en tu nombre... y en las rosas
y tú seguirás haciéndote la dormida.
Te pareces a la noche que es una y es eterna.
Eres un problema y también la solución.

Como podré olvidarte?

Como podré olvidarte mujer si todavía encuentro tu mirada cuando me miro en el espejo, huelo tu perfume si me acerco a las flores y siento tus manos cuando me acaricia el viento. Sin embargo haré un último esfuerzo para olvidarte.Trataré de entretener mi mente con otras cosas aunque aún tu voz me muerda el pensamiento.Trataré de convencerme de que no existes cuando algo que me guste quiera recordarme tu nombre. Y si por accidente o debilidad vuelvo a extrañarte inventaré que no te quiero y no me importas, odiarte me volverá un poco más fuerte cuando la soledad y tu ausencia quieran matarme, cuando la enferma melancolía me haga escribir otro poema o cuando espere que por milagro te encuentre al salir a la calle.

Intento de poema

Te llevo siempre conmigo. Como a la cicatriz de mi mano izquierda.
Me escondo de vos y es entonces cuando más ganas me dan de salir y encontrarte. Y de quedarme mudo. Y de quedarme quieto. El problema es que pienso demasiado dijo el psicólogo.
Pero yo entiendo que el problema es otro: que tú eres caprichosa como el viento y yo solo aparezco de a ratos, como la lluvia. Soy tan intermitente que hasta me puedo confundir. Y hasta te puedo perder. Sólo camino. Miro hacia atrás en cada esquina para ver si me sigues. Solo veo gente desconocida. Casi siempre hay días con sol. Si está nublado entonces estás sola. Esos son los ratos en los que aparezco, como la lluvia y tú te pones caprichosa, como el viento.

el espacio de Leo

"Destruiré todos los recuerdos, todas las letras y en el mundo ya no habrá palabras. Destrozaré todos los espejos y ya nadie me podrá ver." (yo).

Aquí está, aquí llegó....por fin mi propio espacio en internet...espero q sepan valorar a un fututo Premio Nobel.