A veces

A veces digo que no me importas. Solo lo digo
para conformarme (o más bien para convencerme).
¿Que puedo decirte? Tengo miedo y me faltas tú.
Te extraño hasta cuando estás al lado mío.
A veces espero que digas que me amas y nunca dices nada.
Me pregunto si estás en mi destino. También me pregunto
si existe el destino o si la vida es algo
que construimos nosotros mismos.
Si es así, quiero construir mi vida junto a tí.
Y el día de mi muerte tu nombre va a ser mi último suspiro.
A veces digo que no te quiero. Es mi miedo
ser muy evidente. Solo te dirijo parcas y silenciosas palabras.
Quisiera olvidarte y volver a conocerte.
A veces digo muchas cosas y cuando
tengo que decirte lo que siento nunca digo nada.

Uno aprende

Este es un poema de Borges, lo descubrí hace poco y, según mi humilde opinión, está muy bueno pero las cuestiones relacionadas con los versos son subjetivas, a algunos este poema podrá parecerle malo o mediocre, no es ese mi caso.

Uno aprende
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma,
y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende...
y con cada día uno aprende.

Una pausa

Surgió una pausa entre nosotros. Sugerí rellenarla con lluvia. Y vos taparla con olvido. Los martes te frotabas las manos como ideando algo, mientras enamorado pensaba que hasta el humo sabe mejor cuando sale de tu boca. Para entonces las hojas ya habían caido. Yo no sabía que era invierno, y a vos no te importaba. Te interesaban más las otras cosas, pero los tuyos son vicios que no entiendo. Decías que de algo hay que morir y yo ya me había acostumbrado a no creer en la esperanza. Ya para ese tiempo nisiquiera nos hablábamos. Fui buscando otros caminos y siempre encontraba una pared. Encima me dijieron que sos feliz. En mi caso todavía estoy tratando. Si alguna vez surgió una pausa entre nosotros, vos la tapaste con olvido.Yo tengo por costumbre tapar los vacíos con palabras.

Gracias...(de nada)

Quiero aprovechar esta oportunidad en la q estoy totalmente al pedo para agradecerle a toda* la gente que dejó comentarios diciendo q les había gustado mi blog y q está bueno. Luego de darles las respectivas gracias me gustaría pedirles que tengan la decencia de volver a entrar a mi blog para leer las actualizaciones y nuevos posteos...ha,listo, entendí...disculpen, es q soy un poco lento....entraron solo una vez por compromiso...dijieron: "vamos a entrar una vez para hacerle creer que está bueno lo q hizo y q tiene algún sentido así se deja de molestar"...debe ser eso...porque decirme q les gustó y no volver a entrar es como haber visto el gol de Maradona a los ingleses por primera vez, decir: "´sí, está bueno" y dsps olvidarlo completamente sin ganas de volver a verlo...pero bueno, esperen q me tranquilize..............listo, ya está. Les agradezco que hayan tenido la hipocresía de haber dejado un comentario en el blog. Muchas gracias por mantener mi autoestima por encima del límite de indigencia. Adiós.

* Entiéndase "toda" por 2 o 3 personas.

Mi casa

Esta es mi casa en calle Méjico...visto desde las imágenes satelitales del Google Earth (patrocina este espacio "Google" y todas los portales que tengan que ver con él). La flecha roja indica la ubicación exacta de mi casa: Méjico 792. La flecha azul señala la ubicación de mi fondo con sus respectivos árboles frutales además de un ficus.

Calle Méjico tiene todos los ingredientes que una calle debe tener. La curandera que nos curaba el empacho (y que además siempre le hacia regalos de cumpleaños a mi hermana pero nunca a mí, como verán esa es una herida que aún no sana). También está la "doña negrita" que nos hacía limpiar la entrada de su casa cada vez que se la ensuciábamos con tierra, obviamente que para que alguién se la ensucie teníamos que estar nosotros, los pendejos de la cuadra (que hoy ya ni nos saludamos). Recuerdo a los viejos que salían, y todavía salen (no se muere más! no entiendo como funciona el tiempo! si desde que tengo memoria son viejos!) a tomar aire a las puertas de su casa y a retarnos cada vez que pasabamos al lado de ellos, especialmente el que vivía (y sigue viviendo....otro que no se muere más) enfrente de mi casa. Sacaba su reposera (no voy a revelar su identidad para ahorrarme problemas judiciales) y se sentaba en ella a contemplar la vida (que pasaba lenta y adrede, como esperando que uno la alcanze). Y no podía faltar la casa embrujada, todos nos juntábamos e ibámos a espiarla, desde afuera claro, e inventábamos historias acerca de la mancha de sangre que se veía por el ventiluz de la puerta. Todos teníamos nuestra propia versión. En el fondo sabíamos que era solo una mancha de pintura roja, pero no lo queríamos admitir. A esa edad nos gusta sentirnos un poco asustados. Y acá termina lo que tengo para decir de calle Méjico, creo. Cualquier cosa vuelvo a escribir después.

Adán y Eva

Somos lo que hasta la noche desprecia
pero somos, los dos juntos.
Somos todo lo que abarca el firmamento:
las estrellas, la luna, el cielo.
Somos el sol que se mete en las pupilas
y ciega. Adán y Eva expulsados del paraíso.
Todo eso somos, pero somos los dos juntos.

Fucking Google!

Todavía no aparece mi página en el Google....si alguien sabe qué debo hacer para que eso suceda por favor que avise, debo ser el único infeliz cuya página no aparece en Google...se rumorea que es cuestión de tiempo pero ya no confío en rumores. Un rumor me hizo creer que si hacía una página de internet se me iba a llenar de visitas y ya ven que es contada con los dedos de una mano la que gente que la ha visitado. Y me voy porque tengo ganas nomás.